«En diez años desapareció la mitad de las estaciones de servicio»
(Copete de tapa de la nota «Cargar nafta en la Capital es cada vez más difícil», del diario La Nación del 5 de febrero de 2012)
«75% de las piezas de un auto fabricado en la Argentina es de origen extranjero»
(En infografía de la nota «Enredados en las importaciones» de la sección «Economía & Negocios» del diario La Nación del 5 de febrero de 2012)
¿Qué pasa con estas oraciones? ¿Suenan normales? ¿Qué problema tienen?
Si no estamos equivocados, a la gran mayoría de los hablantes del idioma castellano, estas dos expresiones les sonarán, como mínimo, extrañas. Y sin embargo, tenemos amplias sospechas de que no se trata de un error, pues ambas fueron tomadas del mismo diario (de los pocos diarios que aún se corrigen en Argentina), el mismo día, y no en los cuerpos de las notas, sino en espacios completamente visibles.
¿Cuál es el que nosotros consideramos un error, mientras que los correctores de La Nación consideraron una aplicación de la gramática? Se trata de la conjugación del verbo en singular. Nosotros (y no sólo en «De la ortografía y otros demonios», sino un «nosotros» que incluye a la mayoría de los hispanohablantes «comunes» —no correctores—) hubiésemos dicho: «En diez años desaparecieron la mitad de las estaciones de servicio» y «75% de las piezas de un auto fabricado en la Argentina son de origen extranjero». ¿Por qué? Sencillo: porque aplicamos el sentido común, y no las reglas sintácticas impuestas por la vieja escuela.
Según la sintaxis tradicional, el núcleo del sujeto «la mitad de las estaciones de servicio» es «mitad», así como el núcleo del sujeto «[el] 75% de las piezas de un auto fabricado en la Argentina» es «75%»; por ser ambos singulares (la mitad, el 75%), se respeta la concordancia de sujeto y verbo, y éste debe conjugarse, por ende, en su forma singular.
Sin embargo, existen nuevas corrientes de estudio que respetan la lógica de los hablantes y piensan primero en el habla, y basándose en ella es que intentan describir una sintaxis. Así, podemos ver que la tendencia en ambas oraciones hubiese sido la de conjugar los verbos en plural. ¿Por qué? Porque está absolutamente claro que el núcleo de los sujetos es el sustantivo principal, y no lo que, desde la gramática cognitiva se llama «basamento cuantificador». Así, lo lógico sería pensar que se está hablando de «estaciones de servicios» y no de «mitades», así como que se habla de «piezas de un auto»y no de porcentajes. De esta forma, «la mitad de» estaría funcionando como un simple modificador del núcleo del sujeto, como si dijese «tres estaciones de servicios», o el número exacto que corresponde a esa mitad, y lo mismo sucedería con las piezas del auto.
Con esta breve entrada pretendemos demostrar cuán importante es el análisis sintáctico en la escritura, pero, sobre todo, cuán importante es que este análisis sea pensado y razonado, y no simplemente aplicado mecánicamente; la idea es que el estudio de la lengua comprenda cómo ésta funciona dentro de una comunidad hablante, y no que pretenda que la comunidad se adapte a ella, formulando oraciones poco esperables, con el único fin de atenerse a la norma.
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